miércoles, 4 de junio de 2014

La felicidad de poder llamarte


Parte de mi trabajo es estar conectada siempre al Facebook, Twitter y páginas de noticias. En estos suelo encontrar notas curiosas o videos interesantes que publico en el medio en el que trabajo. Sin embargo, esta vez he decidido colgar este spot de Coca-Cola aquí.

Dentro del flujo de mi muro en Facebook,  vi que una amiga había compartido este video publicado por Pekengpedia. La descripción que esta web hace de este material es típica y descriptiva. Habla sobre cómo Coca Cola decidió llevar felicidad a unos trabajadores en los Emiratos Árabes Unidos. Hasta ahí, la noticia no tiene nada de sorprendente. Sin embargo, sí lo es.

Resulta que cientos de trabajadores migrantes del sur asiático llegan diariamente a Dubai buscando un mejor futuro para sus familias. Ellos ganan 6 dólares al día, pero comunicarse con sus esposas e hijos les cuesta casi un dólares, razón por la cual no logran tener el contacto que ellos quisieran con sus seres queridos.

Todo esto se supo gracias a un documental llamado "Shadows", producido por por los estudiantes de último año de especialización TV de Departamento de Medios y Comunicación, Universidad Manipal de Dubai.

Al parecer, al conocer estas historias, los marketeros de Coca Cola decidieron armar un teléfono que funcionara con chapitas de esta gaseosa, lo colocaron en las zonas donde estos trabajadores viven y les alegraron la vida no solo a ellos sino a sus familiares. Sea cual sea la intención de este BTL, es interesante ver como pequeñas ideas pueden cambiarle la vida a las personas y, por supuesto, es una excusa para conocer un documental que nos muestra una realidad lejana para muchos.

martes, 22 de abril de 2014

Kathrine Switzer: La primera mujer que corrió la Maratón de Boston



Hay historias que nacen porque se decide luchar a favor o en contra de algo, ídolos que nacen porque eligieron que querían conseguir una meta, pero hay otros que nacen sin siquiera quererlo.
Kathrine Switzer, una estadounidense que hizo historia a los 19 años sin proponérselo. ¿Cómo? Siendo la primera mujer que corrió la Maratón de Bostón en 1967, cuando era considerado un deporte solo para hombres. Pero no te adelantes, ella no lo hizo porque quiso demostrar algo, solo lo hizo porque ella quería correr su primera maratón y punto. Esta es su historia, la cual he recogido de su página oficial.
Todo comenzó en diciembre de 1996 mientras Kathrine entrenaba con Arnie Briggs –su entonces coach de 50 años que había corrido 15 veces la Maratón de Bostón-. En ese entonces, ella era una chica de 19 años, estudiante de periodismo en la Universidad de Syracuse en Nueva York. En esa época no existían los equipos de corredoras mujeres, así que practicaba extraoficialmente con el equipo de cross-country de hombres.
Mientras entrenaban, Arnie solía contarle historias a Kathrine sobre Boston. Entonces, en un momento, ella decidió que quería dejar de escuchar las historias y correr ella misma esa competencia.
"Ninguna mujer puede correr el maratón de Boston", respondió Arnie. ¡Pero ella ya llevaba corriendo 16 kilómetros en la noche! ¿Por qué no podría correr la maratón? La distancia era muy larga para las mujeres, pero ella le recordó que Roberta Gibb había saltado dentro de la maratón –sin número ni inscripción- y había terminado el recorrido.
Frente a esta respuesta Arnie respondió que ninguna mujer había logrado correr la maratón, pero que si existía una que pudiera hacerlo sería ella, pero antes tenía que probarlo.
Si lograba correr la distancia en el entrenamiento, entonces el mismo Arnie la llevaría. Así, el sueño dejó de ser solo una alucinación y comenzó a ser una realidad. De pronto, tres semanas después ya estaba corriendo 50 kilómetros. Arnie aceptó llevarla a Boston, pero antes debía inscribirse, no querían tener ningún problema con la Unión Atlética Amateur.
Revisaron el reglamento, completaron el formulario, pagaron 3 dólares en efectivo y ella firmó como siempre lo hacía –y hace- “KV Switzer".
La Maratón de Boston se realizó el miércoles 19 de abril de 1967 como parte de la celebración del Día de los Patriotas en Massachusetts.
Ella, Arnie, su novio universitario Tom y John Leonard –miembro del equipo de cross-country de hombres- se embarcaron el día anterior rumbo a Boston. Hasta este momento Kathrine no tenía idea que iba a marcar historia, solo se encontraba emocionada por la importancia de la Maratón y porque al fin correría su primera carrera.
A las 9 de la mañana del miércoles, todos se levantaron y comieron como reyes. Arnie había dado la indicación de que necesitarían mucho combustible para resistir los 50 kilómetros de la competencia. Luego regresaron a las habitaciones para alistarse. El evento comenzaría al medio día.
Llegaron a Hopkinton High School. Había nevado. Arnie entró donde estaban los organizadores y salió con los dorsales que tenían un número para cada uno. Se los colocaron. Alzaron la mirada y vieron sus nombres en las listas de salida. Ella tenía el número 261. Ese año participaron 741 corredores.
Empezaron a calentar. Los corredores pasaban por su costado y los miraban. Uno de ellos regresó y le preguntó:
"¡Hey! ¿Vas a ir todo el camino? Dios, ¡que es genial ver a una chica aquí! ¿Me puedes dar algunos consejos para que mi esposa también corra? A ella le gusta correr, pero si logro convencerla para que lo haga en la maratón ¡sería genial!”
Llegaron al punto de partida. Había una multitud de corredores. A su alrededor los hombres estaban contentos de tener a una mujer participando. Ella trató de pasar desapercibida.
De pronto la hora había llegado. Después de meses de entrenamiento estaban a punto de comenzar.
Normalmente los primeros kilómetros de una carrera así son divertidos. Todo es sencillo. El ruido de la multitud es emocionante, todos conversan y son amables. Al fin de cuentas, ese es el momento para disfrutarlo, luego el camino siempre se vuelve más duro.
Luego de tan solo 6 kilómetros, se escucharon bocinas y alguien gritando: “¡corredores, muévanse a la derecha!”. Era el autobús de prensa. En la parte posterior los camarógrafos se peleaban para obtener la mejor toma. De repente, el camión se colocó justo frente a ellos –Kathrine, Arnie, Tom y John-. Los fotógrafos estaban muy emocionados por ver a una mujer en la carrera.
Hasta ese momento todo había sido perfecto. Pero, de pronto, un hombre con abrigo y sombrero de fieltro pasó junto a ellos señalándola. Ella no logró descifrar qué quiso decir, así que estiró la mano para saludar y este la sujeto. Su equipo tuvo que tirar de él para que la soltara.
Poco después escuchó el chirrido de zapatos de cuero acercarse rápidamente detrás de ella. Era un sonido extraño y alarmante. Volteó y vio a un hombre grande, que la sujetó del hombro y tiró para atrás gritando: “¡Fuera de mi carrera y me dame esos números!". El hombre trató de quitarle el dorsal a la fuerza. Entonces apareció Arnie. “¡Déjala en paz, Jock! ¡Yo la he entrenado, ella está bien, déjala en paz!", a lo que el hombre respondió gritando: “¡No te metas en esto, Arnie!”, y lo empujó.

Las cámaras captaron todo el forcejeo. Entonces Tom, que portaba la sudadera naranja de Syracuse, lo golpeó. El hombre cayó en el asfalto como una bolsa de ropa sucia. Se escucharon gritos y maldiciones.Todo estaba fuera de control.
En esos momentos ella sentía miedo, humillación y rabia. Y, como si fuera poco, los periodistas no dejaban de acosarla y Tom, con lo furioso que estaba, le echó la culpa de lo sucedido y aceleró el paso.
De pronto, sin darse cuenta, ya se encontraban a mitad del camino. En ese momento Arnie dijo: “comenzó la carrera”. La mente de Kathrine comenzó a perderse en sus pensamientos al recordar lo sucedido, al darse cuenta que no la habían tomado en serio.
Con ampollas en los arcos de los pies a punto de estallar y, consciente del dolor que eso implicaría, preguntó: “Arnie, ¿cuándo llegamos a Heartbreak Hill?". Arnie miró asombrado y respondió: “¡Ya lo hemos pasado hace mucho tiempo!”.
Arnie estaba sonriendo y sacudiendo la cabeza. "¡Tienes que ser la única persona que no sabe que pasó por encima de Heartbreak Hill!", le dijo.
Al llegar a la avenida Commonwealth en Beacon Street , alguien desde afuera gritó: "¡Solo falta 1 kilómetro y medio!”. Cuando Arnie corría, el final era siempre en Exeter Street, por lo que les dijo que no hicieran caso, que aún faltaban 5 kilómetros. Sin embargo, al llegar a la esquina de Boylston, pendiente abajo, estaba dibujada la línea de meta. ¡Habían terminado! ¡Habían llegado juntos a la meta, sin caminar un solo segundo! ¡Lo habían logrado!

Kathrine, Arnie y John se demoraron 4 horas y 20 minutos en llegar a la meta ese día.
De regreso a casa entraron a una cafetería. Había un hombre leyendo el periódico. Kathrine se abalanzó sobre él y le pidió el periódico prestado. Él se lo regaló. ¡No podían creerlo! Página tras página, todo era sobre una chica corriendo, siendo atacada, salvada por el novio, desaliñada pero feliz con los calcetines ensangrentados al final de la carrera.

Los chicos estaban en el cielo, para ellos esta sería una anécdota digna de contar. Pero para ella, para ella era mucho más. Sabía que sin proponérselo había logrado algo grande, había logrado que se tomara en serio a las mujeres en las maratones.
Desde entonces ha corrido 8 veces la Maratón de Boston, 4 veces la Maratón de Nueva York –la cual ganó en una ocasión, convirtiéndose en la única mujer en ganar esa competencia hasta ahora- y es la tercera mujer más rápida en Estados Unidos y la sexta en el mundo.
Para leer su historia completa ingresa a la página oficial de KathrineSwitzer.
Otros datos
El Día de los Patriotas conmomera a los jóvenes que lucharon contra los británicos en la primera batalla de la Revolución Americana.
La Maratón de Boston se fundó en 1897, cuando los atletas que compitieron en los Juegos Olímpicos de Atenas regresaron de Grecia con la información sobre un nuevo evento, nunca antes visto, la maratón.

viernes, 23 de noviembre de 2012

La nueva lucha contra el cáncer: ANGIOGÉNESIS


40 personas mueren diariamente de cáncer en el Perú. De estas 19 son hombres y 21 son mujeres.

El cáncer es una epidemia mundial. En realidad, todos los seres humanos llegamos a generar cánceres microscópicos que crecen hasta alcanzar el tamaño de una punta de lapicero. Casi siempre no son peligros.

El 40% de mujeres al morir entre los 40 y 50 años tiene cáncer microscópico de seno. El 50% de los hombres, entre 50 y 60 años, lo tiene en la próstata y el 100% de los seres humanos lo tenemos en la tiroides.  

El problema nace, cuando se produce la Angiogénesis o el proceso del cuerpo de generar vasos sanguíneos.
Nuestro cuerpo está formado por 96 mil kilómetros de vasos sanguíneos en el cuerpo de un adulto, que son 2 vueltas al mundo, y 19 mil millones de vasos capilares en el cuerpo. Estos son los vasos de la vida, pero también pueden llegar a ser los vasos de la muerte.

De adultos se supone que éstos no deben crecer excepto en el útero para revestirlo, en la placenta o bajo 
una herida. Pero hay ocasiones en que la angiogénsis tiene un desbalance y esto puede llegar a ser MORTAL.

La insuficiencia produce ataques cardiacos, derrames cerebrales, daño neurológico y piernas sin circulación, mientras que el exceso es causante de: cáncer, psoriasis, artritis, ceguera, alzheimer y obesidad.

¿Cómo podemos combatirlo? ¿Cómo detenemos la Angiogénesis para evitar el cáncer y las otras 70 enfermedades que puede producir? William Li, co-fundador de la FUNDACIÓN DE ANGIOGÉNESIS, encontró la respuesta después que su familia fuera afectada por este mal.

El Dr.Li, al descubrir que la Angiogénesis era la causante de la irrigación de los tumores cancerígenos, se preguntó si existía algo que se pudiera comer para detener el cáncer.

La dieta es la causa del 30 al 35% de los cánceres del mundo, pero también puede ayudarnos a prevenir y a combatir el cáncer. Al hablar de la comida, no estamos hablando de doctores ni de drogas, al hablar de comida estamos hablando de usted y de lo que usted decide comer.  Tal como dice el DR. LI, “La comida es una medicina que tomamos mínimo 3 veces por semana”.


martes, 9 de octubre de 2012

En cualquier lugar



Cuenta la historia que existía un mundo extraordinario en lo profundo del bosque, en la cima de un volcán. Un mundo donde lo imposible era posible. Un mundo bautizado con el nombre de VAREKAI.


La llegada a esta tierra de un joven solitario caído desde el cielo, Ícaro, desatará el comienzo de una magnífica historia en este universo lleno de “posibles”, donde lo extraordinario y lo ilógico caminan de la mano.  Inocente y vulnerable por las heridas ocasionadas por su caída en paracaídas, junto con su deseo de vivir y superar sus miedos lo impulsará a volver a nacer.

En este universo, habitado por criaturas fantásticas, existen 4 personajes principales que con su inocencia, vulnerabilidad, belleza, sensualidad, amabilidad, fragilidad e ingenio tienen la responsabilidad de contarnos la historia de éste, su mundo.

Mientras “Ícaro” lucha por vencer sus miedos es hechizado por la belleza y la sensualidad de “La prometida”, quién se convertirá en la luz que lo guiará y, a la vez, será el catalizador de su metamorfosis. Además, los caminos de “Ícaro” y “La prometida” se cruzarán con “El guía”, un bisabuelo amable y frágil, tostado y ajado por el sol de varios siglos, cuya misión consiste en inspirar y provocar el cambio. Finalmente, será “El vigía”, un científico loco e inventor ingenioso, coleccionista de los recuerdos del mundo e intérprete de las señales, quien alertará a estos curiosos personajes sobre las dificultades y tribulaciones futuras desde su “nido-laboratorio”.

EN CUALQUIER LUGAR
Varekai es una palabra de origen romaní, lengua de los gitanos, cuyo significado es “en cualquier lugar”. La razón del nombre es porque lo que se buscó mostrar, transmitir y honrar es el espíritu nómada, el alma y el arte de la tradición del circo, así como a la infinita pasión de los que buscan el camino que lleva a Varekai.

SU NACIMIENTO
Los responsables de que este espectáculo haya tomado forma y vida sobre las tablas de “Cirque du soleil” son Guy Laliberté, fundador de la compañía circense; Dominic Champagne, escritor y director de Varekai; Andrew Watson, director de creación, entre otros como coreógrafos de primer nivel, directores de iluminación, foto, maquillaje, etc.


miércoles, 29 de febrero de 2012

Revisiones mentales

Hoy es de esos días en los que analizo mi vida y cuestiono cada una de mis decisiones. Tal vez es la crisis de los 25 años -ese limbo que produce inestabilidad al saber que ya no eres una jovencita, pero que tampoco eres un adulto completamente-, tal vez sea que realmente me equivoqué en el camino.

Hasta hace un año sentía que mis metas se estaban cumpliendo, que había logrado todo lo que me había propuesto y que estaba enrumbada a un triunfo profesional inevitable. Hoy no estoy segura de eso, no estoy segura de nada en realidad.

La primera vez que trabajé y gané mi propio dinero fue a los 16 años. Recién había salido del colegio y decidí que era tiempo de tener mi propio dinero. Decidí enseñar francés particularmente a las niñas de mi colegio. La verdad es que fue una experiencia muy buena y gané suficiente dinero como para sentirme productiva a esa edad.

Posteriormente, una vez que entré a la universidad, trabajé apoyando al área de Marketing en eventos para los colegiales que iban en busca de información. Fue un buen trabajo, no solo porque los horarios los manejaba yo y podía ganar dinero y estudiar sin estresarme a la vez, sino porque conocí gente demasiado genial con la que aprendí sobre la vida, algo que para mí es más importante que cualquier cosa.

De pronto, sin darme cuenta, estaba en 5to ciclo haciendo mis primeras prácticas en el Grupo RPP. Esta fue una de las experiencias más raras de mi vida. Fue una época que me marcó mucho y que, personalmente, ayudó mucho en mi desarrollo profesional. Si bien en este trabajo mi reto era solo escirbir titulares para Radio Felicidad, aprendí a ver el mundo periodístico desde el interior. Me di cuenta que es muy interesante y el trabajo muy variado, pero que también hay gente que muchas veces te va a querer herir y sacar los ojos para que nunca crezcas. ¡Eso de una jovencita con todas las ganas de aprender y conocimientos frescos suele asustar a algunos obtusos de mente!

Posteriormente tuve la suerte de que pidieran el CV para Somos. He aquí mi primer error de vida. En ese momento yo estaba postulando -y pasando pruebas- para las chicas del tráfico en RPP. Mi cerebro de inexperta, por alguna razón, decidió no enviar el CV en ese momento. No conseguí el trabajo en RPP y desperdicié una gran oportunidad en Somos. ¡Vaya para inteligente yo! Esta es la primera decisión que cuestiono. Cuando recuerdo este episodio quiero pensar que fue así porque tenía que pasar así; pero luego pienso más y me digo a mí misma: "Qué tonta fuiste, ahora estarías trabajando en esa revista y serías estable económicamente, quién sabe, serías feliz profesionalmente".

Al poco tiempo logré ingresar a unas prácticas de 3 meses en el Grupo La República. Esta fue una experiencia INCREÍBLE, ya que por primera vez publiqué artículos y, gracias a mi editor, en algunos casos firmé. La experiencia terminó tan rápido como llegó, pero fue por algo mejor.

Inmediatamente después conseguí prácticas en la revista Fausto del grupo El Comercio. No he vuelto a ser tan feliz en un trabajo como lo fui en Fausto. Junto con Mario Ghibellini, el editor de la revista, vimos a Fausto nacer. Por primera vez sentí lo que es tener un hijo -periodísticamente hablando-. Fue un año maravilloso donde aprendí, reí, ayudé en producciones fotográficas, lloré, me amanecí, dormí en micros casi todo el día y conocí gente extraordinaria. Este fue el mejor equipo de trabajo que he tenido hasta ahora. Un equipo realmente unido; donde diseño y redacción eramos uno, donde nos apoyábamos y nos contábamos confidencias. Estuve todo el tiempo que pudieron mantenerme en el puesto de practicante en redacción: un año entero al compás de Fausto, pensando en Fausto y soñando con Fausto. Después tuve algunas colaboraciones con la revista hasta que esta cerró. Cuando me enteré me sentí triste, mi hijo había muerto.

Y aquí comienza mi história de nómade. Luego de una maravillosa época en Fausto y de llevarme recuerdos estupendos me convertí en freelo. ¡Vaya hora en la que me convertí en freelo! Aquí publiqué en Fausto, hice freelos de fotografía de eventos, escribí algunos artículos para Beach Bag y todo lo que caía en mis manos para tener dinero. Estaba ya en mi último año de carrera y decidí no trabajar para poder terminar bien los estudios. He aquí mi SEGUNDA decisión cuestionable. ¿Por qué decidí hacer esto? NO TENGO LA MENOR IDEA.

De pronto, sin darme cuenta, me había graduado. Ya era bachiller en Comunicación y Periodismo y me encontraba SIN CHAMBA. Gran error el mio no trabajar el último año. Si lo hubiera hecho habría salido de la universidad con trabajo, lista para seguir unos meses más con recibos o como practicante para pasar a planilla tranquila. ¡Pero no! Entonces, dos meses después encontré trabajo como redactora principal en la campaña política de Rafael Belaúnde y fui, después de unas semanas, su co presentadora en el programa de campaña en canal 11.

A penas terminó la campaña me fui a Buenos Aires. Viví allá 3 hermosos meses. Hice un Programa Ejecutivo en Dirección de Entretenimiento y Medios en la Universidad de Palermo. Fue una experiencia de aquellas que te hacen crecer como persona y ver el mundo diferente. Conocí un grupo muy lindo de personas, tanto dentro del estudio (Mauri, Vero, Pamela, El Mago, Gaby y Paula) como fuera de él (Manu, Agos, Fede y Vero). Caminé, tomé fotos, me divertí, conocí Uruguay -un viaje alucinante-, tomé fernet, compré mucha ropa y aprendí a ver la ciudad no como una turista sino como una citadina -claro hasta cierto punto-.

Terminados mis estudios me regresé a Perú con la mente fresca y los sueños a flor de piel. Comencé a editar una revista que, lamentablemente, no resultó ni fue publicada, pero que me enseñó mucho. Estuve como freelo unos meses más y ya comenzaba a desesperarme. De pronto, porque las cosas pasan así sin previo aviso, entré a una agencia de publicidad (donde trabajo actualmente) como redactora creativa. Comencé a experimentar un nuevo rubro de las comunicaciones que jamás pensé explorar. Debo aceptar que me pareció (y me parece) interesante y retador. Sin embargo, mis ansias por hacer periodismo siguen aquí, en mis entrañas buscando una oportuniadd para ser alguien en mi carrera.

Y es un día como hoy que me pregunto ¿qué hice mal? ¿Qué decisión marcó mi destino para ser redactora creativa ahora y no una periodista? ¿En qué momento me desvié de mi camino? ¿En qué momento me rendí y me acomodé en esta silla frente a esta MAC? Y mientras más me lo pregunto, más ganas de hacer periodismo me dan. Y mientras más lo pienso, más cuestiono mis decisiones y mis metas.

Yo sé que no nací para ser mediocre, yo sé que nací para ser periodista. Sé que me encanta la fotografía y amaría trabajar en eso el resto de mi vida. Sé que amo redactar y ver todos los días cosas nuevas ¿En qué momento pasó? La verdad es que estoy preocupada. Tengo 25 años y siento que se me va el tiempo para lograr lo que quiero. Estoy en un trabajo interesante pero no en lo mío. Estoy atrasando mi tesis, mi maestría, mi desarrollo como periodista.

La conclusión: necesito hacer periodismo. El problema: no consigo nada en este rubro. Tal vez es porque soy exigente conmigo misma y considero que no debo aceptar cualquier cosa solo por aceptar. Tal vez porque sé que mi portunidad está ahí, esperando por mí. Tal vez ya dejé pasar las oportunidades claves en mi vida para ser una periodista reconocida. Lo pienso y me da tristeza, me frustro y me molesto conmigo misma.

Sé que esto no tiene nada que ver con lo que he escrito antes en este blog, sé que es una experiencia personal que nadie querrá leer, pero es una aventura de un periodista que aún no lográ serlo. ¿Quizá pronto lo seré? Yo misma me respondo: sí, quizá.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Los peruanos no somos idiotas

Hace tan solo 5 días Lima se puso de luto. Un jóven hincha del equipo de fútbol Alianza Lima fue asesinado por un grupo de inadaptados en el estadio de Universitario de Deportes: el Monumental. 

La noticia se supo casi inmediatamente. La barra brava, como se le llama (aunque yo preferiría llamarla grupos de delincuentes camuflados), volvió a utilizar la violencia de manera innecesaria y absurda en el famoso "clásico U vs Alianza Lima". Esta vez Walter Oyarce Domínguez, de tan solo 23 años, fue arrojado desde el palco C-128, en la zona sur del estadio, por un "hincha" del equipo contrario al final del partido.

A pesar de que en el último minuto el equipo de Universitario de Deportes hizo el tanto ganador, esto no bastó para que los "hinchas" cremas celebraran el triunfo de manera alegre, sino todo lo contrario. Hay que acalarar que no fueron todos, que no todos los hinchas son así y que éstos son delincuentes que utilizan una camiseta para poder hacer fechorías.

Tal parece que ese gol los enardeció tanto que decidieron celebrarlo rompiendo su propio estadio. Subieron desde la trinchera norte por los palcos del Monumental, rompiendo puertas, agarrando a correazos a quien se les cruzaba, asustando a familias, niños, jóvenes, jovencitas, etc., y, finalmente, asesinando a un jóven del equipo contrario que se trepó la luna del palco para ayudar a las chicas y niños que se encontraban al lado siendo asustados por estos delincuentes.

Según las declaraciones de sus amigos, quienes se encontraban con él, Walter habría trepado la luna que separaba ambos palcos porque sabía que al lado se encontraban chicas y niños siendo atacados por estos vándalos. Al querer entrar al palco vecino fue atacado a correazos por estos delincuentes. Para protegerse dio la espalda a ellos y trató de regresar a su palco. En ese momento, según declaraciones, lo habrían agarrado de los hombros y arrojado como si se tratara de un bulto, sin remordimiento.

Esta noticia paralizó a todos lo hinchas, los que no son delincuentes, y ha hecho pensar a los ciudadanos de Lima. Ahora, nos preguntamos una vez más ¿en qué nos estamos convirtiendo? ¿Hacia dónde va nuestra sociedad? ¿Cómo hemos permitido que estos sánganos hagan lo que quieran e impongan el miedo paralizando a Lima cada vez que hay un partido de fútbol?

Esta no es la primera vez que sucede algo así. Ya hay muertes en el récord de las barras bravas, muertes inocentes e innecesarias de personas que ni siquiera estaban peleando con ellos.

Desde el sábado los medios de comunicación le han dado vuelta a esta noticia sin parar. Los periodistas se ha pronunciado y han dado a concoer su indignación por lo sucedido. Las redes sociales están llenas de mensajes a Walter y a la familia, así como post de personas indignadas por lo sucedido que ni siquiera conocieron a este jóven, ni lo podrán conocer. Esto nos ha unido, parece que sí. Pero, ¿por cuánto tiempo?

Sin embargo, lo que más ha causado un molestia general ha sido la fuga del principal sospechoso David Sánchez Manrique, también conocido como "el loco David". Felizmente ya ha sido capturado. El abogado de este sujeto ha salido a decir que se fue a Miami para pensar bien las cosas y que es una acción loable. O sea, debemos aplaudirlo por ser un asesino que además se fugó del país. El acusado dice que se fue por nervios, ya que el entró al palco y Walter ya estaba en el suelo desangrandose. Aclaremos que la identificación de los presuntos culpables fue hecha al día siguiente y este señor se fue a las 3 horas de sucedido el homicidio. Por supuesto, luego ha dicho que se enteró de lo sucedido por una radio local y que él se fue a penas terminó el partido. Hay videos que prueban lo contrario.

No nos crean retrasados mentales señores porque no lo somos. Dejen de jugar con nosotros y de pensar que nos vamos a creer cuentos tan tontos y que, además, los vamos a aplaudir. Esto nos sirve para darnos cuenta de que el dinero no sirve de nada, porque David, el acusado, es dueño de la discoteca ONUBA, pero no le ha servido de nada ¿Qué hace un empresario golpeando gente con la correa y metido en la barra brava de Universitario de Deportes? La respuesta es obvia, es un delincuente común que tiene dinero para tapar sus fechorías.

Lo que queda ahora es esperar que la justicia peruana actúe como debe y condene a quienes debe condenar por la muerte de un joven inocente que buscaba defender a otros. Pero, también, tenemos que tomar conciencia el resto de la población. Debemos detener este tipo de abusos, debemos dejar de tener miedo cada vez que haya un partido. Nosotros en parte somos culpables porque no nos hemos alzado ni hemos dicho ¡BASTA!, sino todo lo contrario, nos hemos refugiado en nuestras casas muertos de miedo de que la turba de salvajes pase por nuestras puertas. Hemos dejado de hacer nuestras vidas cuando hay un clásico de fútbol. Hemos dejado que estos malandrines tomen la ciudad sin si quiera luchar para evitarlo.

Basta de abusos, basta de violencia y basta de silencio. No podemos seguir permitiendo que estos salvajes se salgan con la suya y destruyan vidas. Ellos son miles, pero nosotros millones. No dejemos que crean que tienen el poder, exigamos justicia y orden. Exijamos que los policías hagan su trabajo cuando deben y que los clubes se responsabilicen por darle entradas a las barras bravas llenas de delincuentes. NO MÁS. No más silencio y no más permicividad. Que nos den las explicaciones del caso (a nosotros y a los familiares de Walter). Que digan claramente los clubes porqué les siguen dando entradas a esta clase de gente. Que nos explique Universitario de Deportes cómo es que no había una ambulancia fuera del estadio que pudiera atender rápidamente a este chico, ¿acaso costaba mucho y no tenían el dinero? Si es así, ¡entonces no hagan el evento! Que digan porqué el primer video entregado a la policía muestra una edición de cámaras y no la trifulca mientras se arrojaba a Walter ¿acaso era más importante enfocar la calle donde no pasaba nada que identificar a los que estaban generando destrozos? Señores, expliquen que hay detrás de todo esto. No se busca cerrar los estadios ni que el fútbol muera, se busca que la violencia pare y que la justicia se haga presente. Se busca que no más gente muera.

jueves, 14 de julio de 2011

¿Por qué Estados Unidos tiene que dejar de ser llamado América o Norteamérica?

Es muy común que al referirse a los habitantes de Estados Unidos, país ubicado al norte del continente América, se utilice la denominación de “americanos”. Pero que sea recurrente no significa que sea correcto. Sobre esto quiero hablar hoy, sobre el hecho de que este país, y sus pobladores, deben dejar de ser llamados “americanos” o “norteamericanos”.

La primera razón por la que se debe dejar de pensar en Estados Unidos de América, USA o EE.UU, como “América” es porque es uno de los 35 países que conforman el continente, es decir, hay 34 países que no se denominan a ellos mismos de esa manera sino con el gentilicio que les otorga cada nacionalidad. Por lo tanto, los habitantes de Estados Unidos son estadounidenses.

Es cierto que USA es una República Federal Constitucional con 9.83 millones de kilómetros cuadrados y más de 310 millones de habitantes, o sea uno de los países más grande del continente, pero no es América.

Creer que Estados Unidos es América, es creer que la bandera estadounidense es la continental. Cada país tiene su propia bandera, la de Estados Unidos es de 13 barras horizontales,  6 rojas y 7 blancas, un rectángulo azul que contiene 50 estrellas blancas, una por cada estado. Es decir, la bandera estadounidense no es la bandera americana, ya que cada uno de los países que conforman el continente tiene banderas, escudos y símbolos patrios propios y diferentes el uno del otro.
Otra razón es el idioma. En Estados Unidos se habla oficialmente el Inglés. Este, a su vez, se habla en 4 países más en todo el continente americano como lengua oficial. Mientras que 19 países tienen al español como idioma principal y 4 al francés. O sea, el Inglés, si bien es un idioma mundial, no significa que sea el el que habla oficialmente la mayoría de los países de América.
Además, la moneda de Estados Unidos es el dólar. Este es utilizado mundialmente para realizar transacciones económicas, sin embargo, no es la moneda oficial del mundo ni de América. Cada país en el continente tiene su propia moneda valorada de diferente manera frente al dólar.
Por otro lado, viendo los antecedentes históricos continentales, América fue descubierto en 1492 por Cristóbal Colón. La primera vez que fue nombrado así oficialmente fue en el Tratado Cosmographiae Introductio en 1507. La primera ciudad europea en América se funda en 1528 y se llamó Nueva Cádiz.
Estados Unidos fue fundado por 13 colonias inglesas. La primera vez que existen registros de europeos en esa parte del continente fue en 1513, cuando Juan Ponce de León desembarcó en “La Florida”. Sin embargo, los primeros asentamientos exitosos de los ingleses en estas tierras se dieron en 1607, cuando se fundó la primera colonia llamada Virginia de Janestown.
O sea, América como continente existió antes que los colonos ingleses invadieran las bahías del atlántico de los Estados Unidos.
Finalmente, USA tampoco es Norteamérica, ya que en esta parte del continente existen tres países: Canadá, México y Estados Unidos de América. Los canadienses se hacen llamar así, no se hacen llamar americanos, igual que los mexicanos son mexicanos, entonces ¿Por qué se les sigue atribuyendo el nombre de americanos a los estadounidenses desplazando a todo el resto del continente?
Estados Unidos de América NO es  América y nunca lo ha sido. Ellos son ESTADOUNIDENSES. Americanos somos todos los que hemos nacido en el continente.